Nuevos compromisos en el horizonte deportivo de Pablo se iniciaron en el año 2008 con la invitación a la III válida de natación en el Tigre, Estado Anzoátegui, donde atletas de todas las regiones del país se dieron cita a esta válida clasificatoria para el IV Campeonato Mundial De Natación Síndrome Down en Portugal.
La delegación del Zulia la integraban 9 atletas y los entrenadores Amancio Gutiérrez Y Jaime Viloria tambien como presidente de la Asociación (AZPEDI). Las competencias se realizaron en el club Los Chaguaramos, Pablito compitió en 10 pruebas ganando 9 medallas de oro y un bronce, y logró cumplir con las marcas requeridas, ganándose una vez más su pase al mundial junto a otros 9 atletas que conformarian la selección venezolana.
Su preparación comenzó en las manos de un equipo multidisciplinario reunido de nuevo para acompañarlo, Amancio Gutiérrez en la piscina, Guillermo Baptista en el gimnasio, Giuseppe Greco en el área de la medicina deportiva, Andrés González como psicólogo y Elina Bastidas en la asistencia nutricional.
En el camino a Portugal Pablo fue invitado a participar en el V Edición Cruce a Nado Aguas Abiertas en la llamada “Trampa” o en el embalse de agua dulce del Complejo Hidroeléctrico Uribante Caparo situado en las frontera entre los Estados Táchira y Mérida a una altura de 1.800 metros.
Esta competencia fue toda una odisea por lo distante del lugar y la dificultad para llegar atravesando las montañas andinas, así como por la particularidad de este sitio, donde se puede admirar la torre de una vieja iglesia que sobresale del agua en medio del embalse. La competencia inicia a la hora pautada en medio de un frío extremo, a Pablo le correspondió nadar 2 km junto a Gerardo Este, quien fungía como responsable de este equipo, el recorrido fue muy duro tanto por la altura y la falta de oxígeno como por el frío de sus aguas, tanto así que algunos participantes no lograron terminar la prueba y recibían atención médica en forma inmediata. Gerardo y Pablo, de puros guapos, lograron terminar los 2 Km, Pablo recibió la felicitación de los organizadores con su respectiva medalla y el abrazo de sus compañeros, sin duda fue una experiencia diferente y para mi fue una delicia, pues nací y me crié en esa bella región, sin embargo podríamos volver de visita más no a otra competencia.
De esta vivencia Gerardo nos comenta: “Acompañar a Pablo en esta travesía fue todo un aprendizaje, descubrí estar cerca de una persona centrada en sus metas. Yo estaba muy preocupado por las condiciones climáticas, el agua se sentía tan fría como el hielo, en medio de la travesía pensé que si a mi me tenía mal, a Pablo también y que entonces lo aconsejable era retirarse, estábamos solos en medio del embalse, nos paramos y se lo dije y me respondió: falta poco sigamos a esto vinimos. Me sacudió y reafirmó un viejo sentimiento, recordé cuando años atrás en una competencia Pablo me había ganado en la prueba de 50 metros espalda y yo me quede picado, entendí en ese momento que las limitaciones están en nuestra mente y que su voluntad de hierro es lo que lo hace ser imparable frente a sus metas y de ese modo seguir siendo una fuente de inspiración para quienes tenemos la fortuna de conocerlo y descubrir su ser.”
Su entrenamiento para el mundial seguía su curso y su participación en competencias como la de aguas abiertas le servían de fogueo, según la recomendación de su entrenador de natación, así vuelve a ser seleccionado para el XII Campeonato Aguas Abiertas Danny Chocron, nosotros como padres también estimulamos su participación en estos eventos al permitirle vincularse con otros atletas reconocidos por sus destrezas en mar abierto y asi como abrir nuevos horizontes a su actividad como nadador, además de demostrar que atletas con Síndrome de Down podían participar en esta modalidad, algo que hoy es común.
Para esta competencia Pablo contó con la asesoría y acompañamiento en el mar de Eduardo Mengual, conocido atleta de Polo acuático y entrenador de natación. Así que con este soporte Pablo reafirmó destrezas que debían internalizar para que fluyera mejor en el agua y evitar lesiones que generalmente sufren los nadadores en el recorrido. El día 6 de junio a las 9 am en la Bahía de Pampatar, Playa La Gabarra, fue el punto de partida para los nadadores que competían en la prueba de 3 Km y Pablo junto a Eduardo y otros 24 atletas convencionales de la categoría juvenil B hicieron su recorrido, la llegada de Pablo se marcó en 55 minutos 20 segundos ocupó el lugar 15 de esta categoría, mejorando en 5 minutos el tiempo de la competencia del 2007. Eduardo recuerda esta experiencia: “Recuerdo una tarde en casa de Pablo sentados frente a un café con Carmencita y el viejo Pimentel, quienes me propusieron la oportunidad de ser guía de Pablo en esta Copa, fue un privilegio aceptar esta propuesta, aún con la experiencia de Pablo en estos eventos, el reto estaba en enseñarle a superar sus temores, el momento de la partida, con el sonido seco del disparo al aire del juez árbitro, lo que hace que los nadadores salgan a toda velocidad abriéndose paso en medio de codazos, patadas y jalones de trajes de baño para adelantarse y posicionarse en la punta del pelotón, ésta es una imagen aterradora y para Pablo era amenazante por ser la persona más educada, amable y cordial que conozco.
Para ello practicamos ejercicios de tolerancia y resistencia, para manejar los roces y el contacto físico le enseñe estilos de nado y técnicas defensivas de los jugadores de Polo acuático, los entrenamientos fueron un éxito Pablo superó su tiempo de la Copa anterior y lo mejor fue que aprendió a defenderse, tanto así, que los nadadores del pelotón ni se le acercaban porque él los recibía con un “cariñito de bienvenida”. Pablo es así centrado y dispuesto a aprender, fue un honor acompañarlo y enseñarlo a disfrutar del mar abierto.”
En estos eventos la amistad entre Pablo y Mengual creció, la complicidad entre ellos era visible entre las risas y bromas que compartían, después de la competencia Pablo, Mengual y nuestra amiga Mary Carmen salieron a bailar en una discoteca de la isla de Margarita, nosotros nos sentíamos en confianza con Eduardo, quien sigue siendo hoy amigo y parte de la familia.
Al regreso a Maracaibo Pablo se centró en su entrenamiento para el mundial, eran jornadas intensas de 4 horas de entrenamiento en la piscina durante los 5 días a la semana, divididas en sesiones de 2 horas, una en la mañana y otra en la tarde, más el entrenamiento físico. Esto requería un esfuerzo en tiempo y energía por lo cual se contaba con el equipo médico psicológico y nutricional que le atendían y preparaban para este nuevo reto.