CAPÍTULO 45. Pablo visto desde afuera.

Cuando le comentamos a nuestra familia, amigos y personas que han sido parte de la vida de Pablo, en este transcurrir de su vida, que escribiríamos un capítulo para honrarlos de alguna manera y conocer de su relación y vivencias con él, dado que el ciertamente fue nutrido con la sabiduría, el amor, el conocimiento de la familia, amigos, maestros, psicoterapeutas, médicos, entrenadores y todo aquel que aportó algún gigantesco grano de arena que habría de influir en su calidad de vida.

Algunos testimonios han sido narrados en el fluir de su historia insertados en los capítulos, otros los encontrarán a continuación, en todos ellos nuestro hijo, sin estar en un pódium, nos volvió a dejar sin palabras.

Giuseppe Greco (Médico Traumatólogo Especialista en Deportistas)

“Pablo es mi atleta preferido, es el mejor de todos los deportistas de alto nivel que me ha tocado atender, es un ejemplo de fortalezas de ímpetu y determinación, lo he visto crecer y luchar como nadie para lograr estar en lo más alto de una carrera deportiva como nadador, sus logros sorprendieron y llenaron de esperanza a muchos hogares, sé que detrás de todos sus logros lo impulsan la valentía y los esfuerzos constantes de unos padres excepcionales que lo animan a desarrollarse como modelo de una vida con propósito, dos seres que admiro y quiero mucho Luis y Carmen que orgullo tenerlos, me siento afortunado de conocer a la familia Pimentel Méndez.”

Antonio Romero (Periodista, Msc. Orientación)

“Pablo Jesús Pimentel: Un joven que conozco desde niño, cuando aún era Pablito, hijo de mis amigos Carmencita y Luis. Aquel niño vivaz, jugando entre colores y objetos varios y dimensiones desarrollaba destrezas y aprendía siempre disciplinado y atento. Con el fluir del tiempo se ha convertido en un joven deportista haciendo historia, inteligente, constante y soñador.

La natación es su fuerte y con ella me consta que ha visitado otros países obteniendo triunfos y reconocimientos, siendo una referencia nacional y mundial. Gusta del arte y la música, en una oportunidad se desplazó en pasarela cual modelo profesional luciendo trajes del afamado diseñador Argimiro Palencia.

Dios bendiga a Pablo, el de la mirada acuciosa, el de la tierna sonrisa, el del porte elegante e impecable, el que me transmite verdad, amor por la vida y una mirada de regocijo y orgullo.”

Cristina Mutis (Psicopedagoga)

“Un gran reto, un aprendizaje permanente para él y para mí, cada vez que Pablo llegaba a nuestra casa, con el mejor ánimo, entusiasmo y dispuesto a aprender. Nos sentábamos frente al computador y él haciendo tanto los trabajos asignados como otras actividades. Ese fue nuestro día a día durante varios años. Para mi familia fue un miembro más, otro hijo, otro hermano, la contemporaneidad entre mis hijos y él, les permitió compartir intereses comunes: con Álvaro David fue una relación espectacular, verlos y escucharlos hacerse bromas, contarse sus experiencias, con Nataly una mujer hermosa a la que Pablo siempre admiró, despertando una amistad especial, con Roberto Enrique el grande por su tamaño y seriedad siempre atento al progreso de Pablo y mi esposo es otro de sus héroes, los dos son únicos, Pablo le contaba sus proezas y Carlos quedaba fascinado del mundo de Pablo.

No quiero dejar pasar la relación que se fomentó en las dos familias gracias a Pablo. Él es el niño y joven más especial que he podido conocer. Hoy residenciada en Bogotá lo extraño muchísimo. Sigo todo su adelanto, saber que toca la batería, ver sus trabajos artísticos de pintura y dibujo, sus proezas en el mundo acuático y sus destrezas físicas a través de un cuerpo disciplinado con el ejercicio, me da la certeza de todo lo que eso significa “el trabajo de un gran familia.”

María Eugenia (Tía materna)

“Cuando mi hermana me comentó que estaba escribiendo la historia de Pablo me emocioné muchísimo, soy una tía orgullosa de tener un sobrino “MUY ESPECIAL” por su desarrollo personal

Pablo con su sabiduría natural nos enseno que el amor de familia es incondicional, que es allí donde se inicia la inclusión y la integración, que podíamos tratarlo como un miembro más, que las limitaciones están en la mente y el vino a enriquecer nuestra experiencia de vida, vino a hacer historia con sus adelantos en disciplinas diversas logrados con esfuerzo, valentía, una actitud positiva y una disposición a no rendirse ante los obstáculos.

Admiro todo su ser, es un joven que ve la vida con optimismo, con sentido del humor, guarda en su alma la virtud del agradecimiento y lealtad con los suyos, con sus amigos y las personas que en algún momento pasaron por su vida……solo sé que es un ser humano maravilloso, una fuente de inspiración, estoy orgullosa y agradecida con Dios por su existencia en nuestra vida de familia.”

María Angelina Socorro. (Abogado, Lic. Ciencias Políticas)

“Hablar de Pablo me cuesta mucho, se me ahogan las palabras, todo su ser es extraordinario, su espíritu parece trascender lo banal, quizás por eso muchas personas le temen a los Síndromes de Down, porque en efecto son personas especiales que buscan lo mejor de ti y te lo hacen saber. Pablo tiene esa característica más repotenciada al ver lo mejor de cada quien, quizá deberíamos pagarle pero él lo hace gratis, también escucha tus palabras y es capaz de mirarte a los ojos y entenderte con lo mejor de su corazón.

El secreto de Pablo es que sabe que la vida se vive una vez, que las cosas no siempre se hacen con el cerebro, el utiliza su corazón, que la música y pintura le dan sabor a su vida por eso toca batería, por eso busca colores que alegren su día a día. Pablo sabe el significado de la maldad, lo ha vivido, pero no lo comparte no es parte de su ser, y creo que todos deberíamos vivir como Pablo, con un corazón grande, inocente pero inteligente, escuchando a las personas, queriéndolas, tratando de ver nuestras almas

Pablo también basa ese día a día en la perseverancia y resiliencia, las veces que me ha provocado rendirme y en mis días oscuros siempre recuerdo que tengo un primo sumamente especial que apunta al logro, por eso es un campeón, por eso y también por su familia gigante, sus maestros, su hermano, sus papa y su mama, Pablo está rodeado de un entorno con personas que le tenemos un gran cariño y respeto, y que también buscamos aprender de él, por eso doy gracias.”

Aidee Perdomo (Msc. en Orientación, Madrina de Pablo)

“Cuando me pregunto qué ha significado Pablo en mi vida la respuesta me salió del corazón con mucha fluidez pensé de inmediato: mucha ternura, amor, alegría, optimismo, paz en fin pureza espiritual.

Tenerlo tan cerca me enseñó a entender la diversidad, me enseñó a admirar su fuerza interna, su sabiduría natural para buscar ser desde niño una luz e ir abriendo caminos con su valentía, su disciplina tan admirable, confiando en sí mismo.

Me enseñó que el éxito en la vida no es un momento, es todo el trabajo y el camino andado dejando huellas manteniendo su integridad, su persistencia, su constancia, su espíritu combativo y la fuerza de su carácter es lo que lo hace ser un campeón de vida.

Puedo decir que mi relación con Pablo y su entorno familiar es una experiencia llena de amistad, de aprendizajes y vivencias que me han enseñado a encarar mi vida con mayor sabiduría.”

Aida Sandoval (Lic. en Educación, Msc. en Orientación)

“Me llegan los recuerdos cuando escribo sobre este maravilloso ser que es Pablo Jesús Pimentel Méndez. En el año 1985 cuando mi amiga Carmencita y yo cursabamos la Maestría en Orientación en La Universidad del Zulia, festejamos con alegría la noticia del embarazo de su primer hijo. Transcurrieron los meses entre los estudios y el trabajo, nació Pablo y viví junto a ella esa bella experiencia, todas sus amigas estábamos en la clínica paraíso acompañándolos. Luis, su esposo, entró a la sala de parto para dejar grabado tan especial momento, al día siguiente me enteré que Pablo nació con el Síndrome de Down, un impacto para sus padres y aun en medio de la confusión y la angustia el amor prevaleció y la fortaleza de sus corazones hizo que acogieran a Pablo y lucharan junto a él por su vida, visto que en los primeros 17 días estuvo en cuidados intensivos con un diagnóstico nada favorable.

Pablito es hoy es un joven que desde su nacimiento desafió su condición y se convirtió en un campeón de natación, demostrando su desarrollo psicomotor, desplegando habilidades artísticas para la música, la pintura, el dibujo. Por otro lado es un ser dulce, cariñoso, con excelentes modales y relaciones interpersonales, integrado a un entorno compartiendo logros y avances, marcando la diferencia al convertirse en un modelo de una vida con propósito.”

Dennis Pimentel (Tía paterna)

“Puedo decir que Pablo llegó con una gran estrella, desde niño fue querido y aceptado por toda la familia y los diferentes entornos donde se ha manejado. El mayor valor de toda esa tarea de inclusión, aceptación e integración en la sociedad es de sus padres quienes lo han llevado a ser un joven educado, con una disciplina admirable, ellos son la punta de esa estrella. De Pablito recuerdo el sentido del humor que mostró desde pequeño, cuando jugaba con sus primos incluso con su hermano Luis Ignacio y el buen ojo para admirar la belleza femenina.

A pesar de que hoy estamos distantes siempre está presente en mi vida con mucho cariño y estoy segura que el afecto es mutuo. Todavía guardo en mis recuerdos los juguetes didácticos que compramos para él en Mérida: Los habían recomendado para ayudarle a desarrollar su motricidad fina, recuerdo también que era muy fino y delicado trabajando con ellos y recuerdo sus primeros trazos de dibujante; aun los conservo y espero que me los firmes en algún momento.

Te admiro Pablito, te sigo en las redes sociales en las que estás activo y como siempre comento eres un duro, un ejemplo a seguir para aquellos que con todas las ventajas limitan sus capacidades.

Sigues provocando Wooooowo día a día, con todo lo que haces sin decaer. Te admiro sobrino.”

Marina Patino (TSU en Diseño)

“Cuando Pablo nació yo estaba allí en la clínica, en los pasillos de la esperanza, tanto como recuerdo el día que llegó a su casa después de pasar 17 días en cuidados intensivos, todos estábamos felices de su milagrosa recuperación.

De esos primeros meses recuerdo verlo en su cunita, yo lo tomaba en mis brazos, le cantaba, le hacía cosquillas, le mostraba los colores del móvil que giraba en lo alto de su cuna y él, tan pequeñito sonreía.

El otrora Pablito comenzó a caminar, a nadar como pez en el agua, se hizo grande, en las piscinas demostraba su bello estilo mariposa, luego se convirtió en Pablo Pimentel al subir al podio de ganadores y muchas medalla, premios, reconocimientos, competencias, viajes, triunfos, homenajes, más, en realidad: quién es Pablo Pimentel?, y veo la respuesta en un joven dulce, atento, con carácter, pícaro, excelente artista plástico, baterista, modelo, bailarín, leal con sus afectos, consciente de la situación que vive el mundo, ese es Pablo, el que le dio la mano a Mandela expresidente de Suráfrica, ese es Pablo con un lenguaje de amor siempre, que se expresa tanto en sus mejores momentos como en los procesos duros que le ha tocado atravesar por problemas de salud, siempre optimista y con el brillo en su mirada.

Su vida me sirvió como tema para mi tesis de grado y sé que ha sido objeto de otras tesis en las Escuelas de Comunicación Social de LUZ y URBE, así como innumerables programas de TV, reportajes de la prensa escrita y revistas de la región, creo que su extraordinario ejemplo de vida debía ser compartidos fuera de los escenarios de una piscina o de los centros de arte.

Cuando nace un niño nace una esperanza, Pablo se convirtió en la esperanza de una generación, ejemplo para muchos hogares, su vida es la piedra angular para el desarrollo de muchos Pablos en Venezuela y el mundo.

Doy gracias a Dios, a Luis, Carmen y a Luis Ignacio por tener a Pablo con ustedes y haber saltado barreras batallando con un entorno no siempre amigable para poder brindarle las posibilidades de desarrollo que eran inimaginables en su momento de nacimiento.”

Para Pablo con amor desde la Isla de Margarita, su otro hogar y con el que sueñas poder regresar.”

Jaime Viloria (Psicopedagogo Entrenador de Natación)

“Hablar de Pablo siempre me traslada a diferentes momentos de su vida, aun hoy me sigue sorprendiendo su capacidad de empoderamiento y renovación constante. En esos diferentes momentos conocí su temple, carácter y fortaleza emocional. Muchos no saben los sacrificios que implica ser un atleta de alto rendimiento, no saben lo que es pasar meses entrenando, para ir a una evento de corte mundial y ser descalificado en la prueba donde era ganador, o estar en el ranking mundial y presentar problemas de salud y ver disminuido su potencial, sobrepasar con su actitud positiva los cambios de entrenador, de centros de entrenamiento y mantenerse firme, observar el egoísmo y deslealtades del medio por el único pecado de ser pionero y estar acompañado de unos padres luchadores de la inclusión y mantener el estoicismo y la dignidad que solo los que vienen a dar lecciones de vida conservan en situaciones como esas. Muchos no saben lo que es seguir nadando después de 28 años con el mismo interés y la misma disciplina del primer día, solo la pandemia logró sacarlo del agua y sin embargo sé que añora volver por ser ese su medio preferido.

Creo que el éxito es pasajero pero ser un campeón de vida, ser un pionero, dejando huellas, abriendo caminos para las generaciones de nadadores y mejorar las expectativas de otros padres al ser para ellos un símbolo de esperanza es lo que lo hace ser una referencia y presencia en el tiempo.

Me siento honrado de haber sido su primer entrenador, ser su amigo y de su familia.”

Alix Teresa Méndez (Educadora, Tía materna)

“Hablar de Pablo es recordar que llegó a nuestra vida como un relámpago, haciendo sonar las alarmas, miedos y temores propios de nuestra ignorancia por su condición. Sin embargo unos meses después de su nacimiento traumático, sumando además los problemas de salud presentados al momento de su nacimiento, más como las grandes tormentas vino la calma y con ella la certeza de comprender que su presencia era una bendición por su capacidad para transmitirnos paz, alegrías, ternura y sus risas…..verlo crecer fue un descubrimiento, ver su valentía y esfuerzo en cada pequeño acto que realizaba eran señales de que podía avanzar con el asesoramiento y cuidados necesarios, tal cual como ha sido.

En el presente nos transmite su energía, su alegría natural, su amor sin condiciones, me maravillan sus avances, logros y la capacidad para manejarse de manera positiva en diferentes ambientes y lograr el respeto de quienes le conocen.

Es un orgullo tenerlo en nuestra familia, damos gracias a Dios por brindarnos la oportunidad de saber que los ángeles existen y pueden transitar y ligarse en este mundo tan diverso brindando transparencia y verdad en sus afectos, sabiduría, valentía, humildad, ese es nuestro Pablito como le decimos en la familia.”

David Fernández (Entrenador de Natación)

“Pablo fue mi primer alumno especial en mi experiencia como entrenador de natación. No sé cuántos años atrás, seguro estoy que no le enseñe más de lo que él me enseñó por esos días. Hoy es un ser sobresaliente, humilde, dedicado, amante de la vida y un ejemplo para la gente que le conoce.

Pablo es especial, no solamente es un atleta olímpico en Venezuela. Sino porque tiene un cromosoma extra que lo ha impulsado a vivir retos que estaban muy por encima de las creencias y expectativas de la época. Es un orgullo ver a Pablo, no me canso de seguir su pista, y hoy, fuera de mi país sigo su vida, sus éxitos, su extraordinaria personalidad, que alegría saber que de alguna manera fui parte de los inicios en el agua de este gran ser humano convertido en un joven que hace historia.

Gracias Pablito por enseñarme que no hay imposibles, que si involucramos el corazón en lo que hacemos podemos seguir nuestros sueños.”

Nataly Arenas (Lic. en Educación)

“Pablo Pimentel, aunque me encanta llamarlo Pablito, irradia ternura ya que conocerlo significa conocer a una pequeña, asombrosa y maravillosa familia. Recuerdo haberlo conocido hace algo más de 14 años, cuando mi mamá le ayudaba académicamente y disfrutaba yo de su curiosidad, de su jocosidad, y dominio para socializar y por último, y no menos importante su galantería. Recuerdo pasar tardes de gran relax cuando venía a nuestra casa y admiraba su manera de priorizar, la seriedad, responsabilidad y compromiso para centrarse en las tareas, verlo nadar, dibujar, escuchar cada historia de sus competencias, de los países visitados son estos recuerdos que están presentes en la memoria del corazón.

Los años han pasado más cada vez que lo veo caminar, trotar o haciendo su entrenamiento funcional hace que lo admire y más me enamore del ser humano que es, del atleta integral que es, y de la familia que tiene. Pablito me enseñó que la vida es bella y que con amor y constancia se tienen avances, ese es su aporte, eso es lo que ha hecho con su vida. Gracias por tener la fortuna de conocerlo muy de cerca y admirar al pionero en romper paradigmas sobre el Síndrome de Down.”

Jenny Trompis (Lic. En Educación, Presidenta de AZUDA)

“A pesar de que previo a conocer a Pablo ya había realizado un curso, como educadora que soy, sobre cómo tratar y enseñar a personas con capacidades diferentes, cuando lo conocí me impresionó verlo integrando la fila de atletas nadadores.

Más adelante, en mi rol de presidenta de La Asociación Zuliana de Deportes Acuático (AZUDA) fui testigo de cómo Pablo se convirtió en el primer atleta en Venezuela con Síndrome de Down en entrenar y competir en igualdad de condiciones con atletas convencionales. Darle su primer boton y placa de reconocimiento de parte de AZUDA fue un orgullo para mí, ese día su cara lo decía todo! Su sonrisa y emoción no cabían en el Complejo Polideportivo de Maracaibo. También recuerdo una anécdota muy especial que me conmovió al conocer su esencia: Pablo había llegado de un evento mundial y pocos días después hizo presencia en una competición estatal, al conocer que Pablo estaba allí no teníamos cómo honrarlo por su brillante actuación en el exterior, así que lo mencionamos y le dimos una medalla con el logo de AZUDA. Él se dirigió hasta donde estaba el equipo técnico, me encontró y me devolvió la medalla y me dijo: “Yo no competí hoy por eso no puedo aceptarla” y me dio las gracias, allí me quedé sin voz al entender que tenía al frente un digno ejemplo de ética personal, un atleta integral con una personalidad sólida nunca olvide ese gesto de honradez.

Su esencia especial va mucho más allá del deporte, se hizo una referencia para nuestros jóvenes atletas por su versatilidad para manejarse con acierto en varias actividades e ir derribando obstáculos. Mi esposo siempre me decía “Pablito es un grande” y tenía razón, siempre he admirado su constancia, su don de gente, su seriedad y compromiso con cada reto por vencer

Me siento orgullosa de conocerlo y haber estado en diferentes momentos de su desarrollo como atleta, ejemplo de dignidad, de ética y responsabilidad. Hoy día sigue demostrando lo grande que es, Pablo es Pablo sin tiempo.”

Encarnación Consuegra (Psicopedagoga, Msc. Orientación)

“Creo que existe un antes y un después de aparecer Pablo Jesus Pimentel Mendez en el escenario marabino. Con él se inició la inclusión e integración, no solo en el aspecto referido a la escolaridad, sino también en el área deportiva, las escuelas de artes plástica y música, visto también el esfuerzo de sus padres para cambiar las perspectivas de los niños y jóvenes con Síndrome de Down al brindarle a Pablo alternativas distintas de desarrollo e impulsarlo en cada aprendizaje y el genuino interés de estos al comprometerse en proyectos que iban más allá. Un ejemplo de esto es la primera tesis del área especial realizada por Carmen, su madre, en el Postgrado de Orientación Educativa en la Facultad de Humanidades de LUZ, cuyo tema dirigido a padres: “Estrategia de Orientación y ayuda PARA MEJORAR LA ACEPTACIÓN DE NIÑOS CON SÍNDROME DE DOWN”, y además ser la impulsora para la realización de otras tesis en el área, convirtiéndose en tutora de temas similares, que enriquecieron la producción científica . Otra acción tangible la de Luis, padre, fue la creación de una organización que permitía la participación de jóvenes con capacidades diferentes en disciplinas como el atletismo y la natación,(ASPEDI) así mismo siempre tuvieron la disposición de brindar conferencias, charlas, conversatorios en escuela y centros de atención temprana para niños especiales, ayudando a los padres a visualizar un mundo mejor para sus hijos.

Por todo esto y por muchas razones más puedo decir con propiedad que estar con Pablo en esos años donde se crecía y rompía patrones por la atención y la responsabilidad con la que emprendía sus tareas y aprendizajes y, para mí, conocer a su familia es un tesoro en mis recuerdos por ser PABLO uno de esos gigantes de alma, de corazón, que te dan lecciones de vida.

NESTOR CHIRINOS (Ingeniero en Sistemas, Oficial Militar)

“Pablo es una fuente de motivación e inspiración, recuerdo el día en que lo conocí a través de su hermano Luis Pimentel y su entrenador de natación Amancio Gutiérrez y lo primero que me impactó fue su seguridad, sonrisa y alegría, su carisma espectacular, en ese momento me sentí afortunado estaba conociendo al Campeón Mundial de Natación y eso fue y sigue siendo un privilegio en mi experiencia de vida como entrenador de esa disciplina.

Más adelante fui su entrenador, interino por poco tiempo, y fue un placer darle clases, yo diría “Un Honor”, tenía al frente un atleta de alto rendimiento Síndrome Down, una revelación por su seriedad a la hora de entrenar, su nivel de responsabilidad, su atención a cada instrucción, no había necesidad de repetirle, él las seguía paso a paso esmerandose en hacer cada ejecución y cada estilo mejor. Muchos pensarían que era yo quien lo motivaba y era todo lo contrario era Pablo quien me inspira a ser un mejor entrenador.

Con el tiempo nos hicimos amigos y tuve el privilegio de tenerlo en el cortejo de amigos que me acompañaron en mi boda realizada en Caracas y allí estaba Pablo con su familia, honrando nuestra amistad. Gracias Pablo por ser un maestro de vida para todos los que hemos tenido la fortuna de conocerte y cambiar el marco de referencia en relación al Síndrome de Down y a la diversidad, hecho que ha sido un a lección de vida

Domingo Jáuregui, (Sociólogo, Msc. en Urbanismo)

“Nació Pablo Jesús, arropado de un cromosoma de más, así lo vi la primera vez en mi vida, revelaba una ternura espectacular, su suave y blanca piel de un nácar de mar de afrodita, parecía como si el movimiento de sus brazos y piernas emularan a los de Mark Spitz y se sentía el apoyo y la fuerza de Luis padre y las iniciadas esperanzas de Carmen.

Al tiempo empieza a dibujar una hermosa sonrisa que encantaría a chicos y grandes y toda la gama de profesionales que atendían en equipo su ser espiritual, biopsicocial, y ecológica.

Pablo crea su propia modalidad de lenguaje, pensamiento y comunicación, así también modela un cuerpo de atleta consagrado, el cual adereza con un sonido de batería cósmico muy especial.

Sus fans fueron creciendo en la medida que su acción y progresión creadora le facilitó adaptarse a cualquier medio social. Su tenacidad, su constancia y disciplina en el agua le hizo convertirse en una referencia al acumular medallas y reconocimientos en diferentes partes del mundo y en muchos corazones. Sus celebraciones de cumpleaños se fueron acumulando hasta llegar a la perfección en su atención a sus invitados además se convierte en un bailarín y conversador elocuente. Con solo mirarlo todavía interpreto sus internalidades, su picardía y la alegría que siente al verme, es mi fan número uno en Facebook y siento una inmensa nostalgia cuando dejo de verle, en esta pandemia es inevitable más sin embargo seguimos conectados en la distancia.”

Nirleska Prieto (Ingeniero Petrolero)

“Pensar en Pablito me hace sonreír, a muchos kilómetros de distancia y a tres años de la última vez que lo abracé todavía pensar en él me hace sonreír.

Podría decir que es por su buen humor, por sus pasos de baile, por sus abrazos protectores de hermano mayor y todas esas serían razones muy poderosas pero creo que la razón por la que Pablito me hace sonreír en la distancia es la misma por la que uno sonríe, sin darse cuenta, cuando ve un atardecer o cuando entra en contacto directo con la naturaleza. Pablito me invoca una sensación gigante de plenitud espiritual.

Por eso me robó el corazón, porque cada vez que estaba junto a él, lo sentía pleno. No allá en el pasado, no por allá en el futuro, ambos lugares en donde estamos el resto de nosotros casi siempre, si no aquí en el presente, anclado al momento, haciéndome compañía, solo siendo Pablo una fuente de luz, un río que fluye solo en dirección de la vida, que no se opone a lo que es, que no quiere ir más allá, rápido o más lento, que no considera si el sentido del agua podría ser diferente y con placidez avanza, siempre liviano, ligero. Con ojos que solo te miran: Un par de ojos entre color marrón y que con el reflejo del sol se vuelven color miel que no te juzgan, ni te señalan, ni te ponen de un lado, no importa lo que confieses, quien seas o lo que tengas poco o mucho, todo o nada los ojos de Pablito solo te contemplan sin juicios, sin etiquetas. Él es siempre quien es: amor pleno, leal e incondicional.

Aun cuando a sus 35 años de memoria escrita nombramos a personas con sus anécdotas o las experiencias vividas con Pablo, consideramos relevante mencionar que hay muchas otros que han marcado su vida desde lo positivo y han sido fuente de apoyo, aceptación, guía y compañía en los diferentes procesos y etapas de su ciclo evolutivo, a todos ellos gracias infinitas nuestro agradecimiento eterno.

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